Alimentación y salud bucal.

alimentacion y salud bucal

Alimentación y salud bucal.

Para mantener la salud de nuestros dientes, se deben implementar una serie de reglas de prevención. Entre las principales causas de los problemas de la boca están la mala higiene y la nutrición inadecuada, es por ello que la alimentación puede afectar directamente a la salud bucodental.

 

Los “factores de riesgo” favorecen el desarrollo de caries, sarro y lesiones orales. En particular, causar problemas en los dientes también fue un cambio rápido en el estilo de vida, que llevó a la propagación de dietas ricas en azúcar y al alto consumo de alcohol y tabaco.

 

La higiene oral debe convertirse en una práctica diaria para evitar problemas en las distintas etapas de la vida o en ciertas condiciones fisiológicas, como en mujeres embarazadas.

 

La prevención, incluso antes del nacimiento, puede contribuir a la salud bucal de los niños. Debe protegerse con medidas simples pero constantes durante la adolescencia, la edad adulta y la vejez.

 

Cómo afecta la alimentación a la salud e higiene de la boca?

 

Alimentación saludable

 

Para la salud de nuestros dientes debemos recordar algunas reglas, a partir de una dieta equilibrada que incluya los alimentos que pertenecen a los cinco grupos principales de alimentos (pan, cereales y otros productos de trigo, frutas, verduras, carne y pescado, leche, queso y yogur). Al comer alimentos que contienen azúcares o almidones, los dientes son atacados por ácidos durante 20 minutos o más.

 

Por ello es recomendable limitar su uso. Durante una comida principal, los alimentos son menos dañinos porque se produce más saliva, lo que ayuda a eliminar los alimentos de la boca y reducir los efectos de los ácidos. Por eso es bueno limitar los bocadillos.

 

Las reglas para una buena sonrisa.

 

Una hermosa sonrisa, con dientes sanos y bien alineados es un efecto agradable. Si no está seguro de su apariencia, puede suceder que evite sonreír y mantenga los labios apretados o haciendo una mueca. Para evitar este efecto que también puede afectar las relaciones interpersonales, se debe tener cuidado para preservar la blancura de los dientes que pueden dañarse con manchas que son difíciles de eliminar, como:

 

Las manchas externas, más frecuentes, causadas por los tintes de algunas sustancias que se fijan en el esmalte, le dan un color amarillento. La acumulación de placa, sarro, tabaco, café, té y algunos alimentos como la remolacha o la fruta roja puede ser la causa del amarillamiento.

 

Las manchas internas son más profundas y más evidentes. El uso prolongado de algunos antibióticos (basados ​​en la tetraciclina) en la edad en que se forman los dientes y la desvitalización de un diente puede causar la aparición de manchas o el cambio de color.